Estimados compañeros, solo puedo desde este espacio compartir con ustedes apenas un sentimiento -aun difícil de expresar- sobre lo acontecido el 19 en la tarde. Estuve allí, hasta las 4:30 aproximadamente (15 minutos antes del desarrollo de los hechos) y no dejo de sentirme culpable por no haberme quedado unos minutos más, pensando que con ello hubiese podido hacer algo por evitarlo, o al menos acompañar a quienes allí estuvieron. He querido racionalizar lo ocurrido, tratar de verlo desde alguna lógica, pero como dijo un profesor, no hay análisis que se enfrente a los delincuentes; también, como dijo otro "condeno estos actos que no pueden sino ser calificados de cobardes,
propios de sociópatas y patanes de la peor especie. Afirmo, frente a las
ofensas personales que recibieron los estudiantes agredidos, que hay
más hombría, más dignidad humana e hidalguía, en cada uno de nuestros
estudiantes de arquitectura, sean del bando político que sean, que la
que jamás llegaran a tener ninguno de estos delincuentes."
Más allá de los testimonios, relatos e imágenes, nos resta permanecer y continuar en nuestras luchas, cualesquiera que sean son válidas si no menoscaban el derecho del otro y procuran el bien para todos; reivindicar la paz y la razón pese a que la realidad dicte todo lo contrario; ser solidarios y no perder la fe en nosotros mismos. Creo en ustedes y el futuro que representan, eso nos mantiene firmes en nuestra labor docente. Humildemente, solo puedo compartir con ustedes conocimiento y experiencia: los principios, valores, ideas y verdades pertenecen a un orden superior ante el que todos estaremos siempre procurando el equilibrio.
Pongo a su entera disposición el curso los días por venir, en el sentido de realizar las actividades que a juicio de ustedes resulten convenientes mientras se restablecen las condiciones en la Facultad -proyectar películas, hacer recorridos o simplemente conversar-. También mi deseo sincero de apoyar y escuchar, como siempre ha sido en nuestro curso, con apertura e igualdad; y si es necesario, también consolar. Queda, como siempre, el espacio para los comentarios y el correo para la comunicación. Un abrazo fraterno.
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